Thomas

Sigo intentando perder el miedo a pedir permiso para hacer fotos. Puede parecer una nimiedad, pero el primer impulso es pasar de largo (o, peor: esconderte para conseguir la foto). De vuelta de los acantilados, hicimos una parada rápida para ver el dolmen de Poulnabrone, cuyos orígenes se remontan al periodo neolítico. Como os podréis imaginar, es parada obligatoria para todos los tours concertados. Al bajarnos del autobús, vi a un hombre bastante pintoresco en la entrada con la cabeza agachada, concentrado en su trabajo. Eché un vistazo a su «negocio»: si se lo pedías, podía escribir tu nombre en Ogam, un alfabeto que data entre los años 400 y 600 d.C.

Entablé conversación con él. Se llamaba Thomas y había vivido 6 años en Valencia. Ni qué decir tiene que hablaba un perfecto español. Volvió porque, en sus palabras, la tierra lo llamaba.

Thomas


En Flickr: Thomas